viernes, 28 de septiembre de 2007

Odio

Platicando con una buena amiga, me dijo si no odiaba a alguien. Sin dudarlo un momento le respondí: "Yo no odio... no tiene caso, el odio solo nos hace envenenar nuestro corazón... de hecho no recuerdo odiar a nadie". Y para no quedarme con la duda de realmente saber el significado de esta palabra me fui a investigar un poco...

Según Mariano Arnal... Odium odii (dativo y ablativo, odio; plural odia) es la palabra latina de la que hemos obtenido nuestro término odio. Es una palabra muy antigua, de cuyo origen no tenemos noticia. Ni siquiera tiene un campo léxico que nos permita situarla en un entorno. Odium est ira inveterata, el odio es ira inveterada, dice Cicerón. Probablemente la diferencia sustancial entre odio e ira, es que esta última puede darse sin persona contra la que dirigirla, y sin la obsesión por destruirla; en cambio el odio necesita una persona o una colectividad a la que destruir. Sin embargo no le debe faltar razón a Cicerón en lo de la antigüedad de la ira, puesto que el verbo odi, odisse, osus sum (odiar) del que se obtiene el sustantivo odium, es defectivo: carece de presente y por tanto ha de emplear el perfecto para suplir esta falta. De ahí podría deducirse que para los romanos el odio bien pudo ser el resultado presente de algo que se había producido en el pasado. Si examinamos el respectivo término griego misoV (odio), que hemos tomado para formar con él compuestos, tiene iguales características y significado y que el latino, y tanto el nombre como el verbo (misew / miséo) se emplean en idénticos contextos, que van del odio intenso y del aborrecimiento, al simple disgusto, cuando se usa para cosas y no para personas.

El odio es sin duda la pasión más destructiva, el más potente motor de las guerras; más que la ambición y que la autodefensa, sin ningún género de dudas. Si se enfrentan dos bandos: el uno con el arma del odio, y el otro sin esa arma, es evidente que a efectos tácticos el primero cuenta con una gran superioridad moral (me refiero a la moral de combate). Tener que defenderse por tanto de un enemigo que rezuma odio por todos sus poros sin responderle con odio, antes al contrario con amor, genera una inferioridad moral manifiesta. Bombardear primero con fuego y luego con bocadillos, suena a chiste.

Curiosamente esta palabra tan antigua, procedente del latín, nunca ha dejado de ser un cultismo. Con lo abundante que es la pasión que denomina, la palabra sin embargo no lo es tanto. Quizás porque las pasiones se viven más que se dicen, o porque es muy difícil encerrarlas en palabras y se dispersan por tanto entre multitud de ellas; el caso es que la palabra odio no es ni mucho menos tan abundante como la pasión que denomina. Basta que nos fijemos en los “pecados capitales”: no figura el odio entre ellos, y sin embargo es mortífero; ninguno de los 7 le supera en capacidad de matar el alma de quien lo padece. El que más se le acerca, la envidia, sólo cuando es muy profunda cae en la profundidad de los abismos del odio.

Como dije al principio, yo no odio a nada ni a nadie, quizá me moleste en el momento, de hecho ni siquiera soy rencorosa y es más, si alguien o algo me hace algún daño de cualquier tipo al poco tiempo lo olvido o simplemente no le tomo importancia, se preguntarán el por qué... Para mí ese porque es para no alimentar mi alma de malos y envenenados pensamientos, para no destruir mi humanidad, para no transmitir a los que están conmigo esas malas vibras y sobre todo para tener la suficiente tranquilidad espiritual y con esto tratar de vivir felizmente y sin amarguras.

1 comentario:

  1. uuuyyy que te voy a decir... pues que yo era igual que tu, yo pensaba o talvez sigo pensando igual, pero lo que me hizo una persona (mi-exmujer), no lo olvidaré. (no me voy a extender.. ya lo pongo en mi blog).

    La perdoné una vez y me agrredio tanto psiquicamente como fisicamente.

    La perdone una 2 vez porque la diagnosticaron esclerosisi multiple (una enfermedad neurodegenerativa y dependiente) y ella jugo al engaño con eso y con mi hija, A los 2 meses de volvernos a casar me echo de casa robandome todo. Ahora esta con mueltas porque no puede andar.

    Todo llegara el tiempo juega en su contra y yo solo deseo verla en sillas de ruedas, que tenga la suficiente lucidez para que entienda mi mirada cuando la mire a los ojos cara a cara. Que me estoy riendo de ella por jugar con su enfermedad, por jugar con migo y con mi hija.

    Yo era igual que tu pero.... tal vez no nos vemos asi hasta que no nos hacen algo demasiado gordo, que es algo gordo.... depende de las perosnas, como una violacion a una hija, que maten a un familiar.... No se sabe la respouesta de la gente hasta que nos hacen mucho daño.

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