martes, 11 de septiembre de 2007

Ana


La primer vez que la ví se me hizo muy sangrona, tenía cara de pocos amigos, a nadie hablaba y no quería participar en el grupo. Estuvimos en un curso sólo una semana y su nombre se me quedo grabado.

A los meses la volví a ver, yo estaba en mi época más depresiva, cuando la salude le dije que habíamos estado juntas en el curso meses anteriores y sin más también le conté la razón de mi depresión. Ese mismo día me invito a una fiesta de disfraces con sus amigos, al fin de semana siguiente volvimos a salir, ella siempre fue deshinibida, en mi caso yo ni siquiera veía a las personas a mi alrededor.

Mi amiga Ana, siempre se reía con los muchachos, les coqueteaba simplemente con una mirada, en cambio yo, ni siquiera me daba cuenta que estaban al lado mío. Empezamos a salir cada fin de semana, nos ibamos de parranda a Guaymas, a San Carlos, poco a poco me ayudo a salir de mi depresión, me enseño a ser menos tímida, me hizo ver que soy una mujer fuerte y poco a poco me fue convenciendo de ello.

Cuando ella se fue a vivir con su novio, me dio mucho gusto porque se veía feliz, feliz de compartir su vida al lado de su amor, feliz porque iba a tener su propio departamento, pero oh decepción, de repente la empecé a ver sin ánimo, triste, encerrada en su depa, sin trabajo, sin ganas de nada. La vida que le había ofrecido en ese entonces su novio, no fue la que en realidad le dio.

Cuando me fui a trabajar a La Paz y volví, fue a la primer persona en ir a ver, yo tenía 6 meses de embarazo y ella se puso feliz al verme, cuando estuve en el proceso del parto, ella no se alejo de mi lado e incluso fue la que llevo la peor parte al estarle apretando la mano a la hora de las contracciones.

Al poco tiempo gritamos de gusto y emoción al saber que ella estaba embarazada, me daba mucho gusto ver su pancita crecer, me encantaba verla comer con gusto, porque siempre ha sido mala para comer, pero con su baby se puso las pilas y a tratar de alimentarse, pero... un día de septiembre recibí una llamada, donde me decían que ella estaba internada en el seguro y que había pérdido a su nena. Fui corriendo a maternidad, vi a su mamá y a Tony y me dijeron donde estaba, me asome a buscarla y la ví adormilada, me dijo que había pérdido a su bebé, la ví fuerte como siempre, pero sin ese brillo en sus ojos que la caracterizaba. Aún seguimos llorando por esa nenita que por azahares del destino no nacio. Ella sabe que conmigo puede desahogar la pena que la acompañará, aún cuando vengan nuevos bebés para ella, Ana sabe fue como si a mi misma me hubiera pasado porque esa nenita era como si fuera mi segunda hija.

Después de esto ella se separo de él y poco a poco fue rehaciendo su vida, porque conocio al que hasta hoy es el amor de su vida. Acá entre nos, él nunca me ha caído bien, pero debo reconocerle que fue un soporte para ella, fue un aliciente y ha hecho mucho por ella, incluyendo el ayudarla para salir adelante. Ha vuelto a sufrir por el amor y el desamor pero eso la ha hecho cada día más fuerte.

Hay tantas cosas por contar, hemos compartido tantas aventuras y desventuras, hemos reído, gritado, llorado y nos hemos desgarrado el alma al recordar a su nenita en tantas ocasiones, que aún cuando hoy vive en Tijuana la extraño y extraño a esa amiga entrañable que es una de las hermanas que nunca tuve.

2 comentarios:

  1. Ana al igual que tu vale por mil.
    Hemos platicado un poco y me conto de si vida, tengo esa peculiaridad de que la gente que apenas conozco me cuenta sus vidas y sus penas (un poco la historia del roble).
    Me senti honrado cuendo platicamos ella y yo, y pude darme cuenta que detras de esa fortaleza esta una mujer ansiosa por amar y ser correspondida.
    Me cae bien, es muy agradable y deseo de todo corazon lo mejor para ella.
    Ana refleja esa gran fortaleza que esconde una gran necesidad de cariño, amor y abrazos.
    Un abrazote de oso para las dos.

    ResponderBorrar
  2. Eso es lo que vale la pena, una amistad verdadera.

    luchar para conservar dicha amistad os reportara, grandes beneficios, de todo tipo, a vuestras vidas.

    ResponderBorrar

Ni modo, verifica la palabra para comentar, no me gusta, pero de repente entra mucho spam... De cualquier manera, agradezco tu visita a este, tu espacio.