Lo sé, casi no me doy el tiempo de darle seguimiento a mi blog, sí no es chana, es juana, si no estoy en la tienda, buscando productos, estoy con mi AChe, estoy en las labores domésticas o en las mañanas estoy en la oficina... ja! de hecho, me van llamando a mi cel. que quieren hacer un pedido... Eso es muy bueno, ahora falta que sí compren los productos...
Sigo pensando en mandar todo a la jodida, porque hay días en los que no puedo ni con mi alma, donde no le puedo decir a nadie como me siento. Me he alejado mucho de mis amistades, me he encerrado en mi misma y mi pretexto o mi salvación es la tienda. Ya no puedo salir como antes, ni dispongo del tiempo que quisiera. Aún cuando estoy aquí mismo en casa de mis padres, en ocasiones no puedo siquiera salir a llevar o recoger a mi gordita en capoeira.
Por otro lado, tengo a mio amore, que sigo sin conocerle en persona, pero no pierdo la esperanza de verlo alguna vez. Sí, sé que es muy extraño, pero también, ¡Qué cosa no es extraña en mí! Todas las personas que conozco me han dicho que es pérdida de tiempo el que sea mi cyberpareja y la verdad, no me importa lo que me digan, porque es de las únicas personas en las que puedo confiar por completo, quien me dice las cosas tal y como son en realidad, quien me anima a seguir, me da fortaleza y sé que yo con él, estoy en el mismo nivel en el que él esta conmigo.
En éstos dos años se ha ido ganando mi cariño, simpatía, afecto, amor y respeto, por ser una persona que vive en sus convicciones, aún cuando en muchas ocasiones quisiera abrirle el "coco", darle un buen "zape" y decirle "muchachoooo no la chinguesss" jejejeje (yo sola me entiendo eh).
Soy una persona que odia las peleas y cuando ha sido el caso me siento de lo peor, porque en ninguna ocasión de las relaciones pasadas tuve un pleito. Ahora con él, por su forma de pensar o la mía, nos hemos agarrado casi del chongo y al final de cuentas, después de una casi interminable discusión, debate o alegata, terminamos en buen plan, descansanso el alma, tratando de mejorar la extraña relación que tenemos.
Al final del día, mi sonrisa se crea porque la batalla se gano con argumentos, ya sean de él o míos. Y siempre mi corazón se reconforta porque sé, él esta ahí por mí y para mí, así como yo lo estoy para él.
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