sábado, 12 de enero de 2008

Anoche

Me sorprendí al verte, llegaste tal y como te fuiste, me saludaste dándome un beso en la mejilla, diciéndome:

-¿cómo estás? ¿qué has hecho en este tiempo? ¿cómo te ha ido?

Te respondí a grandes rasgos lo que hice en este tiempo. Querías abrazarme pero no te deje hacerlo, te dije que no puedes llegar así como si nada y querer abrazarme como si fueramos las mismas personas que antes fuimos.

Bajaste la mirada y me dijiste: ¿cómo esta mi hija?

-Tú hija... Querrás decir... MI hija... No puede ser tu hija después de 4 años, si no sabes nada de ella, si nunca te ocupaste de ella, si nunca te has preocupado por ella.

-Pero quiero conocerla, todo este tiempo he pensado mucho en ella, sabes que la quiero.

-Pensar y actuar no es lo mismo. Ella sabe quien eres, conoce tu nombre, sabe que tienes una familia en otra ciudad, le he contado lo que paso entre nosotros y nada más, no le he hablado ni mal ni bien de tí, ella con el tiempo sabrá definir si quiere que la conozcas o no, porque para ella simplemente eres un extraño.

-¿Y que querías que hiciera? Mis padres y mi familia no pueden saber de su existencia.

-Y así quieres conocerla, ¿dices que la quieres?... No lo creo, cuando alguien quiere de verdad, NO oculta lo que siente, ni así mismo y mucho menos a su familia.

-Ha sido muy difícil para mí.

-Difícil dices, difícil fue para mí enfrentar a mi familia, tenerla sola, mantenerla, cuidarla... Tu no sabes si ella se ha enfermado, si he tenido para llevarla al doctor, si le ha hecho falta que comer, que vestir, tu no sabes nada. Para mí si fue difícil, pero sé que volvería a pasar por lo mismo para tenerla en mis brazos.

-Me imagino por lo que pasaste, pero creeme que si la quiero.

Hace mucho no sentía lo que sentí anoche, de por sí, toda la semana he estado con el corazón apretujado y hecho bolita y ahora con esto, creo que mis nervios no lo van a soportar. Estaba a punto de llorar de la impotencia por decirte todo lo que pienso, cuando mi Muñe me dice...

"mami despierta, vete a tu almohada, esta es mía"

Me limpie el sudor así como las lágrimas que tenía, la abracé y le dije...

-Si mi amor, perdón, estaba soñando algo muy extraño.

Ella se acurruco en mis brazos y volvimos a quedarnos dormidas.

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