viernes, 8 de octubre de 2010

El Libro de la Vida

Aquí una pequeña y hermosa reflexión, para todas aquellas personas, que no tenemos tiempo.

Me arrodillé para rezar pero no por mucho tiempo, tenía mucho que hacer..
Tenía que apurarme para llegar a mi trabajo. Pronto tendría que pagar cuentas.
Así que me arrodillé, oré apresuradamente y partí. Sentí que ya  había cumplido con mi deber cristiano. Mi alma podía descansar en paz.

Durante todo el día no tuve tiempo para diseminar una palabra de alegría a mi derredor.
No tuve tiempo para hablar de Cristo a mis amigos; Temía que se mofaran de mí.
No tuve tiempo, no tuve tiempo; demasiado por hacer, ese era mi lamento constante.

No tuve tiempo para dar de mí a almas con necesidades.

Pero al final llego la hora, la hora de morir. Me presenté ante el Señor.
Llegué y lo miré con ojos abatidos, porque en sus manos, Dios sostenía un libro; Era el Libro de la Vida.

Dios leyó del libro y dijo:
'No puedo encontrar tu nombre; Recuerdo que una vez lo iba a escribir...
pero nunca lo hice porque no encontré el tiempo!'

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Ni modo, verifica la palabra para comentar, no me gusta, pero de repente entra mucho spam... De cualquier manera, agradezco tu visita a este, tu espacio.