Sigue mi granito de arena y mi llanto

Por más que trato de contener mis lágrimas no lo puedo evitar, no sé si sea masoquismo, pero lo que sí sé es que al entrar a http://www.angelesenespera.org/ y leer sobre los 48 angelitos, sobre sus vidas, sobre lo que sus padres sienten, mis lágrimas brotan.

Hay mucha gente que me ha dicho, 'sí, fue algo feo, pero no te preocupes tanto por ellos, ellos están mejor donde están, tú no puedes hacer nada ya por ellos', puede que tengan razón, pero mi sentir sigue siendo el mismo que el día de la tragedia. Será porque soy madre y no puedo siquiera imaginar el mínimo dolor que esos padres están sintiendo, será que al ver sonreir a mi chimuela me recuerdan a esos nenitos que dejaron de sonreir, que dejaron de dar tanta felicidad a su familia, que dejaron de ser, pero que viven en nuestros corazones.

Sólo a Ian Isaac conocí en persona y sólo lo ví una vez que nos encontramos a Mayra en una plaza comercial, siempre quedamos en llevarlos a algún lugar para convivir y nunca nos dimos el tiempo para hacerlo, después seguimos conversando casi a diario Mayra y yo sin imaginarnos estar en esta fea situación.

Ahora siento que conozco a cada uno de los bebitos y mi corazón y mi alma siguen llorando y entro a esta página porque no me puedo desensibilizar por la tragedia, porque sé que cada granito de arena cuenta, que cada apoyo, cada rezo, cada buen pensamiento, aunque sea mínimo cuenta, porque la fé mueve montañas y por eso mismo seguiré yendo a las marchas con mi gordita, por eso mismo seguiré posteando sobre esta tragedia, aún cuando al estar escribiendo las lágrimas sigan brotando inconteniblemente.